jueves, 1 de enero de 2015

¿El ocaso del Virrey?




Cuando inició el movimiento de las autodefensas en Michoacán, la crisis de gobernabilidad había llegado a tal punto que fue necesaria intervención directa de todo el peso del estado. Esto significó la creación de un decreto  para la formación de la "Comisión para el Desarrollo y la Seguridad del estado de Michoacán" a cargo de Alfredo Castillo Cervantes 

Los resultados fueron casi inmediatos,  la coordinación entre las entonces autodefensas que en su mayoría buscaban recuperar la paz y el gobierno dejó como resultado las detenciones de casi todos los lideres de la mafia local. Pero como lo bueno no dura... Cuando se buscó legalizar a las autodefensas la relación entre las dos partes se desgastó,  a tal punto que se dio un rompimiento definitivo con los civiles armados que vigilaban sus comunidades; la muestra más clara la detención del Doctor José Manuel Mireles, uno de los pocos que se opusieron al aún todopoderoso enviado por el Presidente de la República.
 
De ahí para allá, comenzó la picada de la Comisión que liderea Alfredo Castillo; se intentó apurar la creación de una nueva policía, lo que dio como resultado la infiltración a os cuerpos de seguridad, tan grande fue el error que se tuvo que disolver la llamada "Fuerza Rural", estandarte había usado el Comisionado. Por si esto no fuera poco los rumores de presión y amenazas a la clase política local (no la defiendo la verdad estaba super coaptada y debía limpiarse)  por parte de Alfredo Castillo, además de la falta de compromiso y empatia con varios sectores (los pagos a los proveedores del gobierno no se realizaron hasta varios meses después) terminaron por desgastar la ya de porsi extraña figura del Comisionado.

Con todo, además de una fuerte ruptura interna entre las autodefensas era más que obvio que tarde o temprano sucedería algo temible como el tirotero  de La Ruana, donde murieron once personas. Lo peor llegó después cuando el propio Alfredo Castillo reconoció que uno de los grupos no eran oficiales de policía, sino civiles a los que se es dio un persmiso para persegur al crimen de la zona. ¿De qué derechos gozan estás personas porqué no fueron detenidos y si se es dio permiso y por qué al Doctor Míreles se le encarceló?

Las contradicciones y la poca congruencia, usar la ley y aplicarla en base a conveniencia o modificarla a voluntad es algo que simplemente no debería suceder... pero tristemente pasa... Con todo esto, por lo menos yo no me trago la idea de que se respetan las instituciones,.. 

Ahora con las elecciones en puerta  y la constante presión mediática a la que se ha visto sometido Alfredo Castillo, es nuestro deber elegir correctamente... La pregunta es ¿tenemos las opciones que nos merecemos?



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