Durante
mi última entrada intentaba describir los
principales “indicadores” de la salida del entonces Comisionado, Alfredo
Castillo. Pues curiosamente el llamado “Virrey”
oriundo del estado de México anunció su
renuncia para posteriormente irse a ocupar el nada lógico puesto de Comisionado
Nacional del Deporte (CONADE), este puesto significa en México tener un poder
absoluto sobre casi todas las instituciones vinculadas al deporte en el país.
Pero en fin, el tema no es el futuro de Castillo, sino su dudoso trabajo
realizado cuándo era el todopoderoso, cuando su palabra era ley y aquellos que
se atreviesen a desafiarlo eran castigados.
A tan solo un pequeño periodo de tiempo comenzaron a verse los remanentes de
una estrategia que se basó en la negociación del gobierno con grupos armados de
dudosa procedencia, así mismo también se puso en entredicho la actuación de la
fuerza pública con un reportaje presentado por la revista Proceso en colaboración con otros medios de comunicación
nacionales. Este reportaje titulado “Fueron los federales” nos narró como un
grupo de policías federales literalmente masacraron a los manifestantes luego
del desalojo de la plaza pública en el municipio de Apatzingán.
Este acontecimiento fue uno de los
parteaguas para que se llegará al término de la afamada Comisión para la
Seguridad y el Desarrollo Integral. Luego de que se decidió disolver el llamado
plan para recuperar los territorios que el estado se empecino en olvidar, se
nombró al general Felipe Gurrola como titular de la seguridad en el convulsionado
estado de Michoacán, famoso por las
autodefensas que ahora han vuelto a la escena con el premiado documental “Cartel
Land”; este Film nos muestra de manera explícita
la forma en la que se vive en varias de las comunidades donde un territorio carece
de gobernabilidad y se debe tomar la ley por su propia mano.
Esta película también
nos dice como gran parte de las Fuerzas Rurales (no todas, algunos elementos y
algunos municipios tienen policía confiable, pocos pero los hay) se
corrompieron y terminaron por ser muy parecidas a las policías municipales que
el gobierno federal optó por “desaparecer” por decreto cuando se comenzó el famoso
“Plan Michoacán”.
Las autoridades realizaron una pésima pésima PÉSIMA estrategia para la creación de cuerpos policiacos
confiables durante este plan lo que evidentemente tendría efectos negativos
cuando el sucesor del todopoderoso Alfredo Castillo llegará. A su arribo, El
general Gurrola demostró ser un hombre que se mantenía al margen de los
reflectores; a diferencia de su
predecesor Castillo (quien se dio el lujo de ir a salir victorioso en un torneo
de Padel a nivel nacional y acudir a conciertos con celebridades) el nuevo
titular de seguridad se mostró neutral y lejano a cualquier otro evento que no
correspondiese a su trabajo. Sin embargo
se necesita más que discreción y mesura para resolver algo tan profundo como lo
es la seguridad en un estado que hasta hace unos meses estaba al borde del
colapso, pronto los crímenes comenzaron a volver lentamente en diferentes
hechos sangrientos.
El hecho quedo demostrado con
Ostula, donde tres personas murieron,
entre ellas un niño de 12 años luego de un roce entre los pobladores y el
Ejercito Mexicano. Se ha generado mucha información respecto a este caso, tanto
que se ha terminado desinformando en base al bombardeo informativo que termina por dar miles de versiones. Sin
embargo en medio de las miles de tesis, la que menos cobra credibilidad es la
del gobierno (no nos sorprende, claro). En su versión las autoridades dicen que
el niño no fue asesinado por balas de los militares (dicen que solo disparó al
aire de forma preventiva) sino por sujetos “desconocidos” que apretaron sus
gatillos desde un punto lejano al choque
entre la comunidad y los castrenses… ahora ¿Por qué se debe de creer que este
es un remante del trabajo realizado por Castillo?
Pues fácil, el conflicto surge a
raíz de la detención de Semeí Veridia Zepeda, líder autodefensa del municipio
de Aquila y Coahuyana, así como de casi
todas autodefensas de la Costa michoacana ¿De qué se acusó a Semeí? Increíblemente…
¡De Portación de armas de uso exclusivo del Ejército! Se dijo que el autodefensa tenía un arma no
registrada y por eso fue detenido y trasladado a un penal de máxima seguridad.
¿Esto les suena familiar? ¿No? Pues resulta que también se acusó y capturo a
José Manuel Mireles, el entonces líder de las autodefensas por exactamente el mismo motivo cuando entraba
a la comunidad de La Mira acompañado de sus hombres buscando tomar el puerto de
Lázaro Cárdenas (famoso por ser uno de los bastiones donde entra y sale la
droga del país).
Esto fue obra de nada más y nada
menos que de Alfredo Castillo Cervantes, quien ejerció presión para la
detención de Míreles “No podemos tener caudillos” dijo en reiteradas ocasiones
el ahora titular de la CONADE. Ahora unos meses después Felipe Gurrola vuelve a
realizar la misma estrategia para detener a otra autodefensa que no quería alinearse
totalmente con el gobierno, ya sea por desconfianza o por cualquier otro
motivo.
Se ha dicho que las famosas Fuerzas Rurales u autodefensas se
les facilitan dos armas oficiales, una pistola semiautomática y un rifle AR-15,
quizá sea cierto, sin embargo no es secreto que gran parte de los integrantes
de las policías creadas por Castillo no solo usan estos fusiles, muchos
utilizan AK47 (mejor conocidas en México como cuerno de chivo) que también fueron
registrados durante la campaña de la que tanto se vanaglorio la famosa y extinta (gracias) Comisión para la Seguridad.
Entonces ¿Por qué solo capturar a los
cabecillas con un pretexto tan burdo como portación de armas ilegales? ¿Acaso
nuestras queridas autoridades no han pasado por otro retén donde el resto de
los elementos policiacos portan claramente armas que no son las establecidas?
Sino, deberían hacerlo. Estos retenes comienzan desde Uruapan y continúan hasta
la costa michoacana.
En fin, todo parece indicar que más
que criminales, los autodefensas detenidos son presos políticos y están tras
las rejas injustamente acusados (no diré
tampoco que son blancas palomitas, un hombre forjado y orillado a la violencia
no puede serlo) como en su momento lo fue Enrique Hernández Saucedo, exautodefensa
y ex candidato asesinado en Yurécuaro durante la pasada contienda electoral.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario