sábado, 25 de julio de 2015

Los remantes de la Comisión en Michoacán

 Durante mi última entrada intentaba describir los  principales “indicadores” de la salida del entonces Comisionado, Alfredo Castillo. Pues curiosamente  el llamado “Virrey”  oriundo del estado de México anunció su renuncia para posteriormente irse a ocupar el nada lógico puesto de Comisionado Nacional del Deporte (CONADE), este puesto significa en México tener un poder absoluto sobre casi todas las instituciones vinculadas al deporte en el país. Pero en fin, el tema no es el futuro de Castillo, sino su dudoso trabajo realizado cuándo era el todopoderoso, cuando su palabra era ley y aquellos que se atreviesen a desafiarlo eran castigados.

A tan solo un pequeño periodo  de tiempo comenzaron a verse los remanentes de una estrategia que se basó en la negociación del gobierno con grupos armados de dudosa procedencia, así mismo también se puso en entredicho la actuación de la fuerza pública con un reportaje presentado por la revista Proceso en colaboración con otros medios de comunicación nacionales. Este reportaje titulado “Fueron los federales” nos narró como un grupo de policías federales literalmente masacraron a los manifestantes luego del desalojo de la plaza pública en el municipio de Apatzingán.

Este acontecimiento fue uno de los parteaguas para que se llegará al término de la afamada Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral. Luego de que se decidió disolver el llamado plan para recuperar los territorios que el estado se empecino en olvidar, se nombró al general Felipe Gurrola como titular de la seguridad en el convulsionado estado de Michoacán,  famoso por las autodefensas que ahora han vuelto a la escena con el premiado documental “Cartel Land”; este Film nos  muestra de manera explícita la forma en la que se vive en varias de las comunidades donde un territorio carece de gobernabilidad y se debe tomar la ley por su propia mano. 

Esta película también nos dice como gran parte de las Fuerzas Rurales (no todas, algunos elementos y algunos municipios tienen policía confiable, pocos pero los hay) se corrompieron y terminaron por ser muy parecidas a las policías municipales que el gobierno federal optó por “desaparecer” por decreto cuando se comenzó el famoso “Plan Michoacán”.

Las autoridades realizaron  una pésima pésima PÉSIMA  estrategia para la creación de cuerpos policiacos confiables durante este plan lo que evidentemente tendría efectos negativos cuando el sucesor del todopoderoso Alfredo Castillo llegará. A su arribo, El general Gurrola demostró ser un hombre que se mantenía al margen de los reflectores;  a diferencia de su predecesor Castillo (quien se dio el lujo de ir a salir victorioso en un torneo de Padel a nivel nacional y acudir a conciertos con celebridades) el nuevo titular de seguridad se mostró neutral y lejano a cualquier otro evento que no correspondiese a su trabajo.  Sin embargo se necesita más que discreción y mesura para resolver algo tan profundo como lo es la seguridad en un estado que hasta hace unos meses estaba al borde del colapso, pronto los crímenes comenzaron a volver lentamente en diferentes hechos sangrientos.

El hecho quedo demostrado con Ostula,  donde tres personas murieron, entre ellas un niño de 12 años luego de un roce entre los pobladores y el Ejercito Mexicano. Se ha generado mucha información respecto a este caso, tanto que se ha terminado desinformando en base al bombardeo informativo  que termina por dar miles de versiones. Sin embargo en medio de las miles de tesis, la que menos cobra credibilidad es la del gobierno (no nos sorprende, claro). En su versión las autoridades dicen que el niño no fue asesinado por balas de los militares (dicen que solo disparó al aire de forma preventiva) sino por sujetos “desconocidos” que apretaron sus gatillos desde  un punto lejano al choque entre la comunidad y los castrenses… ahora ¿Por qué se debe de creer que este es un remante del trabajo realizado por Castillo?

Pues fácil, el conflicto surge a raíz de la detención de Semeí Veridia Zepeda, líder autodefensa del municipio de Aquila y Coahuyana,  así como de casi todas autodefensas de la Costa michoacana ¿De qué se acusó a Semeí? Increíblemente… ¡De Portación de armas de uso exclusivo del Ejército!  Se dijo que el autodefensa tenía un arma no registrada y por eso fue detenido y trasladado a un penal de máxima seguridad. ¿Esto les suena familiar? ¿No? Pues resulta que también se acusó y capturo a José Manuel Mireles, el entonces líder de las autodefensas  por exactamente el mismo motivo cuando entraba a la comunidad de La Mira acompañado de sus hombres buscando tomar el puerto de Lázaro Cárdenas (famoso por ser uno de los bastiones donde entra y sale la droga del país).

Esto fue obra de nada más y nada menos que de Alfredo Castillo Cervantes, quien ejerció presión para la detención de Míreles “No podemos tener caudillos” dijo en reiteradas ocasiones el ahora titular de la CONADE. Ahora unos meses después Felipe Gurrola vuelve a realizar la misma estrategia para detener a otra autodefensa que no quería alinearse totalmente con el gobierno, ya sea por desconfianza o por cualquier otro motivo.

Se ha dicho que  las famosas Fuerzas Rurales u autodefensas se les facilitan dos armas oficiales, una pistola semiautomática y un rifle AR-15, quizá sea cierto, sin embargo no es secreto que gran parte de los integrantes de las policías creadas por Castillo no solo usan estos fusiles, muchos utilizan AK47 (mejor conocidas en México como cuerno de chivo) que también fueron registrados durante la campaña de la que tanto se vanaglorio la famosa  y extinta (gracias) Comisión para la Seguridad.  Entonces ¿Por qué solo capturar a los cabecillas con un pretexto tan burdo como portación de armas ilegales? ¿Acaso nuestras queridas autoridades no han pasado por otro retén donde el resto de los elementos policiacos portan claramente armas que no son las establecidas? Sino, deberían hacerlo. Estos retenes comienzan desde Uruapan y continúan hasta la costa michoacana.


En fin, todo parece indicar que más que criminales, los autodefensas detenidos son presos políticos y están tras las rejas  injustamente acusados (no diré tampoco que son blancas palomitas, un hombre forjado y orillado a la violencia no puede serlo) como en su momento lo fue Enrique Hernández Saucedo, exautodefensa y ex candidato asesinado en Yurécuaro durante la pasada contienda electoral. 

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