viernes, 24 de junio de 2016

Macario; cuando Traven hizo charlar al diablo, dios y la muerte con el indio.



El Siglo XX se caracterizó por ser una de las épocas más violentas en la historia. A lo largo de ese período, gobiernos totalitarios y dictatoriales ascendieron al poder en África, Europa, América Latina y Asia[1]. Se desataron dos guerras mundiales y enfrentamientos al interior de las naciones sacudieron la paz del planeta. En este escenario, México avanzaba con un paso forzado a la creación de una nación moderna.

El país ubicado al norte de América no se vio ajeno al turbulento contexto mundial; de hecho, pasaba por una reestructuración sistémica. En las primeras décadas de la época, enfrentó una guerra civil que desembocó en una revolución nacional. Aun así, en medio de esta reorganización a escala masiva, el país se consolidó a mediados del siglo como uno de los principales destinos para los refugiados políticos de varias regiones del mundo[2]. Miles de expatriados exploraron las tierras de México, entre ellos B. Traven; el misterioso escritor escandinavo.

La vida de Traven es imposible de explicar sin un halo enigmático rodeándola. La insistencia del autor por ocultar su verdadera identidad provocó una serie de mitos en torno a sus raíces. Incluso su nombre permanece en incógnita de manera oficial. Sin embargo, hasta ahora la investigación más aceptada[3] ubica su origen en tierras prusianas (hoy polacas), durante la última década del S. XIX. En el país europeo, el escritor formó parte de una comunidad de intelectuales que constituyeron la efímera República Soviética de Baviera. El intento de un país nuevo encabezado por el Consejo de Baviera fracasó; varios dirigentes fueron capturados, entre ellos Ret Marut (hasta entonces así se hacía llamar Traven). Sin embargo, el literato logra huir y se embarca a un viaje a Londres y posteriormente a México, aquí consolida su carrera literaria bajo el seudónimo “B. Traven”.


En menos de cuatro años fuera de su país, logra escribir siete publicaciones literarias; Los pizcadores de algodón (1925), El barco de la muerte (1926), El tesoro de la Sierra Madre (1927), Puente en la selva (1927), Der Busch (1928) y La rosa Blanca (1929)[4]. Posterior a esto, el autor es registrado en la ciudad de México con el nombre de Traven Torsvan Torsvan en el año 1930[5]. La innata capacidad del literato no pasó desapercibida, la divulgación de su obra atrajo la curiosidad de cientos de lectores, llegando incluso a concretar la realización de varios de sus trabajos a la pantalla grande. Así se produjo el rodaje de El tesoro de la Sierra Madre (1945), un cinta que obtuvo galardones en los premios Óscares. Ya con una carrera literaria consolidada, el enigmático escritor finalmente pasaría a dar vida a una de sus obras más representativas, Macario (1950).

La que es considerada una de las creaciones maestras del escritor, vio la luz en el idioma anglosajón llevando el nombre The Healer (el curador). El cuento fue publicado originalmente en una editorial alemana de la ciudad de Zúrich, traduciéndose directamente al alemán. Sin embargo también fue impreso en ingles con el nombre The Thirth Guest (el tercer invitado)[6]; esta publicación le valió a Traven el premio O’Henry, uno de los más prestigiados de Estados Unidos de Norteamérica y del mundo.

La historia de Macario narra la travesía de un indio que adquiere poderes curativos. El hombre, leñador de oficio, día a día se levanta antes de que el sol amanezca. Recorre los bosques de la cordillera buscando madera para vender en el pueblo; luego regresa a casa. Con las escasas ganancias vendiendo leños apenas alimenta a sus numerosos hijos y a su débil esposa. El hambre es cotidiana en su familia, las miradas pidiendo comida menguan constantemente el apetito de Macario, quien usualmente no termina sus alimentos para sesgar el deseo de más comida recorriendo el estómago de sus vástagos.

La frustración y miseria que rodean a la vida del indio mexicano queda reflejada en el deseo más grande de Macario; tener un guajolote (pavo) entero para comérselo solo él. Con el paso de los días (y el avanzar de la narración), el anhelo del leñador queda satisfecho en el día de los muertos, cuando su esposa le entrega un ave asada que compró tras años de ahorro.

Al tener su manjar, el indio corre al bosque intentando evitar que la culpa lo inste a ceder alguna pieza de comida a su esposa o a sus hijos. Es en este viaje en el que Macario se encuentra con tres figuras que habrán añadirle el toqué mágico que tanto hace sobresalir la obra de B. Traven. Los tres personajes son un charro que representa al mal, un viajero que personifica al bien y un oscuro hombre que simboliza el fin de la vida.
Este último, es el único que obtiene parte de la comida del hambriento indio leñador. La penetrante mirada logra convencer a Macario de otorgarle piezas de su pavo. Como agradecimiento, el misterioso hombre de sonrisa macabra entrega un excepcional regalo al pueblerino; llena su guaje con agua mágica capaz de curar cualquier enfermedad. No obstante, le advierte que cuando el destino lo quiera, el enfermo no se podrá curar.
La singular obra de B. Traven se sitúa en la vida rural de la Nueva España, siendo capaz de representar de forma magistral, las circunstancias en las que se veía envuelta gran parte de la población indígena “Esa moneda de oro no me favorecerá en nada. Si alguien me ve con una sola de esas monedas… me meterán en la cárcel y me torturarán hasta que les diga dónde la robé, y después me cortarán una mano por ladrón”. En solo medio párrafo el autor es capaz de representar la gran miseria e injusticias a las que se veía sometido el indio mexicano.

En el texto Macario, podemos encontrar una narración pura, diferente a la versión cinematográfica. El reflejo del México rural queda retratado sublimemente. Vemos el abnegado papel de la mujer, las costumbres arraigas como el día de muertos y la profunda religiosidad impuesta a las culturas indígenas. Desde una peculiar visión foránea, se da una representación del sincretismo cultural y de la forma tan característica en la que el mexicano convive con la muerte.

No cabe duda que la novela corta del enigmático Ret Marut (o B. Traven) es indispensable para entender el desarrollo literario de un país tan misterioso, como la misma vida del autor de Macario.




[1] Europa vivió el arribo de Francisco Franco al poder español, de Adolfo Hitler en Alemania y de Benito Mussolini en Italia. En América Latina Chile se vio gobernado por Augusto Pinochet, la Argentina vivió décadas de inestabilidad política mediante constantes dictaduras militares y diversos países enfrentaron regímenes militares. En Asía se instauraron los gobiernos totalitarios comunistas chinos y coreanos. En África comenzó el reinado dictatorial a consecuencia de las modificaciones geopolíticas de la primera y segunda guerra Mundial.
[2]Carrillo Flores Antonio. El Asilo Político en México. Anuario del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana, Número 11 Sección de Previa, 1979. Ciudad de México pp 30.
[3] Guthke, Siegfried Karl. B Traven: The life Behind the legend. Lawrence Hill & Co. 1991. Chicago Illinois, USA.
[4] Pimentel Tort, Julio Alberto. B. Traven. Revista del Centro de Estudios Superiores en Artes de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Vol 5, Núm 2 (2011) pp 27.
[5] Figueroa Gabriel. Recuerdo de B. Traven. La Jornada. Tres de Febrero de 2008. Ciudad de México. Disponible en: http://www.jornada.unam.mx/2008/02/03/index.php?section=cultura&article=a02n1cul
[6] Pateman Roy. The man nobody knows; life and legacy of B. Traven. Macario. University Press of America 2005. Lanhman Maryland pp 113.

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